Numerosas empresas, años después, mantienen la «cultura del monitor CRT». No, esto no quiere decir que los empleados continúen trabajando con esas enormes pantallas de los 90. La transición natural fue cambiar los anticuados monitores CRT por monitores de pantalla plana de similar diagonal, de entre 15 y 17 pulgadas. Después, llegaron los dispositivos panorámicos y… ¿el siguiente paso?
Ahora que se ha establecido el tamaño de las pantallas panorámicas en una media de 24 pulgadas, no tiene sentido seguir incrementando esta diagonal cuando trabajamos tan cerca del monitor. Por lo tanto, el siguiente movimiento es añadir una pantalla adicional u optar por un equipo ultrapanorámico.
El uso de múltiples pantallas permite visualizar constantemente el espacio de trabajo
Una de las ventajas que nos brindaron los monitores panorámicos, aparte de cansar menos la vista (los humanos vemos en panorámico), es que facilitan la multitarea. Además, los ordenadores permiten colocar y arrastrar fácilmente las ventanas para colocar más contenido en pantalla. De esta forma, podemos mantener dos ventanas abiertas como, por ejemplo, Excel y Outlook, de forma óptima en un monitor de 24 pulgadas.
Sin embargo, en los últimos años, hemos experimentado una explosión de aplicaciones y servicios en el entorno de trabajo. Por lo tanto, un mismo espacio de trabajo requiere el uso de varios programas prácticamente de forma simultánea. En este proceso, se pierden varios minutos (acumulados al final del día) en alternar entre ventanas que se apilan una encima de otra.
La solución pasa por añadir un segundo monitor, que permitirá al trabajador mantener más aplicaciones abiertas de forma simultánea y evitará perder un tiempo muy valioso en minimizar, restaurar o maximizar aplicaciones constantemente. Por ejemplo, un trabajador podría mantener abiertos Excel, Outook, un navegador de Internet y una aplicación de contabilidad como Sage o A3.
Así, el trabajador mantendrá siempre en ambas pantallas su espacio de trabajo abierto y podrá saltar entre programas sin perder ni un solo segundo. El coste de los monitores ha caído drásticamente en los últimos años, por lo que la empresa verá aumentada su productividad con una inversión mínima y la mayoría de los ordenadores soportan configuraciones de múltiples monitores sin realizar de sustituir o ampliar su hardware.